Una lección importante de 83.000 exploraciones cerebrales

Daniel Gregory Amen es un famoso psiquiatra que se especializa en trastornos cerebrales y también es uno de los autores más vendidos del Times. En su charla TED, habla sobre la lección más importante que podemos aprender de 83.000 exploraciones cerebrales diferentes:

“Después de 22 años y 83.000 exploraciones cerebrales ... la lección más importante que mis colegas y yo hemos aprendido es que se puede cambiar el cerebro de las personas. Y cuando lo haces, literalmente les cambias la vida '.



Primero habla sobre psiquiatría e imágenes médicas, así como sobre imágenes SPECT, que es una herramienta que nos ayuda a comprender más sobre las imágenes en general.

Durante los últimos 22 años, los psiquiatras han creado una enorme base de datos de escáneres cerebrales y también con qué comportamiento están relacionados.

Sin dejarse intimidar por las críticas, está claro que el Dr. Amen es un apasionado de su trabajo y plantea algunos puntos interesantes. '¿Sabías que los psiquiatras son los únicos médicos especialistas que prácticamente nunca miran el órgano que tratan?' Él agrega: “Antes de tomar imágenes, siempre sentí que estaba lanzando dardos en la oscuridad con algunos de mis pacientes y había lastimado a algunos de ellos, ¡lo que me horrorizó! Continúa señalando que cada trastorno mental encaja dentro de un espectro y que cada cerebro es único: 'El tratamiento debe adaptarse a los cerebros individuales, no a grupos de síntomas'.

Amén examinó los cerebros de unos 500 delincuentes convictos y descubrió algo bastante interesante y quizás esperado. Las personas como los presos que hacen cosas malas tendrán el cerebro con problemas, pero pueden rehabilitarse. Esto por sí solo podría hacernos preguntarnos si la prisión es o no el mejor castigo y si el tratamiento sería la mejor opción.

En otro estudio, Amen estudió los cerebros de jugadores de la NFL que mostraban una función cerebral deficiente. Después de ingresar en el programa Brain Smart, casi el 80% de los jugadores mostraron mejoras en áreas como la memoria y el estado de ánimo.

Esto demuestra que de hecho es posible revertir el daño cerebral. Amén también cuenta la historia de un niño de 9 años llamado Andrew que tenía tendencias extremadamente violentas. Atacaba y hacía dibujos perturbadores. En lugar de usar medicamentos para tratar a Andrew, Amen usó escáneres cerebrales para encontrar un quiste que se escondía en el cerebro de Andrew.

Después de que fue eliminado, sus problemas de comportamiento y tendencias violentas desaparecieron. Al final, Amen le hace saber a la audiencia que Andrew era en realidad su sobrino.

Echa un vistazo a la fascinante charla TED aquí: